Pies que vagan en la sombra,
pies que merecen alfombra,
pies que al pisar bien aroman
flores, piedras, que se asoman.
Pies que han andado el suelo
buscando, a veces, consuelo,
pies de empeines, dedos, uñas,
que han transitado entre brumas.
Pies de tendones muy sanos
metatarsos cortesanos,
pies que me cargan sin queja,
pies de un alma que se aleja.
Pies que dentro del calzado
siguen el rumbo trazado,
pies de tobillos, tropiezos,
de falanges, de regresos.
Pies que fríos sienten que arden
¡caminantes no se tarden!,
pies de articulaciones
que ameritan oraciones.
Pies de plantas de un atleta
que corre cual fiel saeta,
pies que tan encallecidos
son por Dios más bendecidos.
Pies que me han dolido tanto,
pies por los que brota el llanto,
brindo a Ustedes un descanso,
agua tibia, sal, . . . remanso.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
México, D. F, 05 de diciembre del 2012.
Dedicado al Sr. Rafael Carlos Castrejón Salgado (Huarachín Huarachón)
Registro SEP Indautor No. 03-2013-051712171201-14