He visto una gran fortaleza, más allá de tu piel
Piedra bajo cincel, donde se escupe tu grandeza.
He visto pasión con destreza, que ocultas sin querer
Permitiendo sólo ver, a quien con ilusión te contempla.
He visto que pisas muy fuerte, y tu mirada es erguida
Opuesta a sufrir una caída, y siempre de pies, sostenerte.
He visto tu piel desnuda, bajo un hermoso vestido
Que cubre, tal cual abrigo, belleza sin par, sin duda.
He visto a través de tus ojos, una sonrisa dormida,
Nobleza que yace escondida, oculta tras un cerrojo.
Escucho en tu silencio, el grito que calla tu alma
Mar embravecido, pero en calma, que callado también, yo presencio.
El viento que llega a mi piel, trae embriagado tu aroma;
Llega hasta mi ventana y se asoma, como quien no se deja ver.
Es cuando, sin querer, de mi boca se escapa un beso
Ingenuo, pero travieso que vuelve otra vez hasta tu ser.