Tengo que despedirme de ti.
Ha de ser para tu bien,
y el mío...
He cometido fallas humanas.
Todos las tenemos.
No me agrada decir adiós.
Quiero que comprendas mis silencios.
Sé que no los aceptas.
Por esto he decidido
hacerme a un lado.
Debo recuperar mis fuerzas.
Debo dejar de lado mis miedos.
No sabes cuánto he de extrañarte.
¿Y tú? ¿Me extrañarás?
Tendrás que sentir
lo que tu corazón imponga.
Todos los días he tratado
de entregarte mi devoción,
mi sentimiento.
Mi total realidad
de lo que mi alma siente.
Pienso que algún día
has de comprenderme totalmente.
No pretendo obligarte
a que sientas lo que no sientes.
Estar contigo, cambió mi vida.
Muchas piedras he tenido.
Una a una las he hecho
a un lado, para dejar libre
el camino, para ir
en busca de la felicidad.
La encontré, estando junto a ti.
Extendí mis manos
para alcanzar las tuyas.
Me las entregaste,
y las enlacé a las mías...
sintiendo en todo mi cuerpo
la felicidad.
Pero ella no es eterna.
¡Eso debo comprenderlo
de una buena vez!
Hoy, me siento desamparado.
Me siento rechazado.
Soy el motivo
de ese rechazo,
que no es sólo uno...
Sino varios, muchos más.
No soy ajeno a ellos.
Soy yo el culpable que existan.
Siempre he tratado de ser sincero.
Siempre he entregado
lo que mi alma ha sentido.
Tienes que tener
la seguridad ciega
de todo esto que
diciendo estoy.
Anímicamente estoy desanimado.
No estoy vencido.
Necesito un tiempo para recuperar.
Y tú, con tu comprensión
y aceptación a mi decisión
debes ayudarme a levantarme.
¡Oh!, no sabes cuánto necesito
de esa comprensión tan ansiada.
Tan buscada.
Siento que tus manos
se han soltado de las mías.
¡Y quisiera volver
aferrar a ellas!
No me las niegues.
No he de imponerte...
lo que no sientes.
Tiempo es lo que necesito.
Cercana está mi despedida.
Las emociones felices,
como las de tristeza,
me hacen tener un nudo
en mi garganta...
Quisiera dormir...
largas, largas horas...
Y al despertar,
pensar distinto.
Haber olvidado
esta decisión...
La de mi despedida.
Nunca he de olvidarte.
Tal vez, ante mi ausencia,
comprendas más,
y me quieras
como sé me has querido.
Y vuelvas a quererme...
como antes...
Los abrazo, con todo
el sentir de mi alma...
Derechos reservados
Hugo Emilio Ocanto
23/02/2017