GuillermoO

Dime

 

Dime si las últimas estrellas coinciden con el surco de tus manos.

Si tu cuerpo maravilla aún a los habitantes más antiguos de la melancolía,

si tu olor fue robado en silencioso oficio un día en que el mundo

cegaba a las silvestres mariposas cazadas en los albores de la historia.

Hay un momento tangencial y breve en que escucho tu deseada voz,

reconozco la presición de un sueño siempre repetido:

un piano suena una canción

que despide a nuestros cuerpos distantes,

y parece murmullos de un ánfora; gritos de la tierra; besos nunca apagados.

Hay un niño que en su pluralidad de intenciones habla con el agua,

anda y desanda su fuga,

crece cuando el viento lo mutila.

 

Me iré de tí cuando las duras exequias de la noche

acudan a repetirme palabras que nunca debí olvidar:

a cada momento estamos partiendo.

 

Guillermo Capece

Direc.Nac.del Derecho de autor