La existencia no había sido muy pródiga que digamos en buenos y felices momentos para JULIÁN DENARI, una esforzada trayectoria de trabajo, siendo esclavo del reloj al amanecer…y del patrón durante el día.
Trabajaba en un medio donde prevalecían por sobre todas las cosas dos ítems importantes: moscas a montones y un fétido olor a podrido , ese aroma provenía de las pieles que en montón, se industrializaban a granel en la curtiembre donde laboraba, para ser más triste el panorama, dicho establecimiento se hallaba a la vera del Riachuelo…donde la contaminación campeaba a sus anchas, por consiguiente había un tenaz duelo de olores entre este y el lugar de la historia.
Si a esto le agregamos una “villa precaria” cercana, donde vivían muchos de los compañeros de Julián, podríamos llega a pintar el cuadro “de la desesperanza”. Lo que desentonaba sobremanera era ver rodar por allí un vehículo de marca extranjera muy caro, haciendo su entrada triunfal al mismísimo predio fabril del “capanga”.
Cuya meta en la vida era la producción y el consiguiente rédito monetario…el resto era del inventario, todo esto en síntesis pintaba como:¡ UN PATÉTICO ESCENARIO SURREALISTA! Donde seres humanos estaban condenados a pasar diez o doce horas diarias, a cambio de un salario de hambre.
La trayectoria de Julián era como la inmensa mayoría de los asalariados, rutinaria por varias causas, las más porque sus medios eran tan magros que no les permitían acceder a otra cosa que no sea comer, para seguir “dando vueltas a la noria”, hasta que viejos y enfermos no les sirvan más a la sociedad y los menos que si bien es cierto eran capaces de estudiar, no lo podían hacer pues al no tener relevo para traer unos pesos al hogar, esa era la barrera que les impedía seguir estudiando o ir a la universidad.
Todo esto conformaba una realidad que había que aceptar, Julián estaba lleno de utopías y eso era bueno, pero también un super realista que a pesar de todo, había conformado una familia ejemplar: Miriam, su mujer, dechado de virtud y buenos sentimientos, dedicada a realizar “el milagro cotidiano”, que a su gente no le falte nada, comenzando por su casa, que aunque humilde era agradable y bien arreglada, la alimentación necesaria, la ropa planchada y siempre lista, convierte las obligaciones de todos los días en algo placentero.
La falta de medios se suplantaba con creces, cuando en derredor de la mesa la familia en pleno, pasaba revista a los acontecimientos transcurridos durante el día, las dos chicas ocupadas a pleno entre el trabajo y los estudios, dándoles a sus padres permanentes satisfacciones , el diálogo entre todos era fluido y reinaba entre ellos lo que se dice…muy buena onda.
El tiempo transcurría casi rutinariamente entre los miembros de ese hogar, los Dinari eran una más de las familias que por millares sobrevivían entre los estragos de la recesión, pero dentro de todo ese tembladeral , ellos lo iban pasando “bastante bien” acorde a las circunstancias.
El descalabro comenzó a insinuarse el día en que el dueño de la empresa fue atacado por un extraño mal, el estar postrado hizo que debiera delegar las obligaciones en las manos de su hijo, joven imberbe, afecto solamente a las farras y a “reventar noches” en francachelas de nunca acabar, las finanza y obligaciones de la empresa le importaban tres pitos…
Y en no mucho tiempo el trabajo de toda la vida de su padre, el hijo lo hizo pedazos con la secuela de despidos imaginable, dejando en la calle los pocos o muchos sueños de un montón de obreros, que a pesar de sus magros sueldos, era con lo único que contaban, pero como siempre pasa, … cuado alguien pierde hay otro que gana y esto hizo que la competencia se restregara las manos de satisfacción.
Obviamente no hubo indemnización ni el mes atrasado, el despido fue un golpe seco que debieron aceptar si…o si, para los Denari fue algo duro de digerir, más aún cuando nada hacía presagiar el cierre, pero como todos estaban tan unidos, se consolaron dándose ánimos los unos a los otros.
Julián no se quedó quieto, tampoco era su estilo, como sabía hacer de todo, las changas realizada cubrían de alguna manera la falta de un sueldo fijo, así las cosas seguían su curso hasta que un día su vecino, que trabajaba en el lugar que competía con su anterior empleo , se enteró que en este buscaban personal y se lo comunicó de inmediato.
Hacia allí fue con mucho recelo y pensando que tenía pocas probabilidades de conseguir un puesto de trabajo, llegó y con pocas ganas se puso en la fila que ya estaba armada por gente como él, al tocarle el turno el empleado a cargo le hizo varias preguntas, mientras iba anotando todo en un cuaderno, entre otras cosas le preguntó cual había sido su anterior empleo y su experiencia en el mismo, el joven lo despidió diciéndole que por cualquier circunstancia lo irían a llamar.
Él al igual que el resto del grupo no eran religiosos, pero todo eso no era óbice para que si fuesen creyentes y esto no nos debería asombrar, la gente humilde con el único que se puede confesar…ES CCON EL DE ARRIBA, su bondad e inocencia hacen que estén agradecidos a alguien que después de escucharlos en sus penas, NO LOS HUMILLA NI LES DA CASTIGOS.
Por consiguiente y aún siendo pesimista con el resultado de conseguir ese ansiado trabajo murmuró: de todos modos GRACIAS DIOS MÍO. Al tercer día lo mandaron llamar, ya casi tenía un empleo fijo y todos estaban contentos, hacía mucho que no se sentían tan bien.
Se presentó a la hora estipulada, no había podido dormir en toda la noche a causa de la ansiedad, no era el mismo empleado que lo atendió cuando se presentó anteriormente, esta vez era un hombre maduro quién extendiéndole la mano le dijo ”señor Denari” (que lejos el che Julián de siempre), estuvimos estudiando sus antecedentes laborales y llegamos a la conclusión que usted es la persona indicada para cubrir el puesto de CAPATAZ EN NUESTRA EMPRESA ¿Qué le parece? El sueldo es de tanto por mes.
Se quedó boquiabierto, no podía articular ni una palabra, la mensualidad era varias veces la que solía cobrar antes, al ver que no contestaba el señor le dijo: bueno, no hace falta que me diga nada, por su expresión me doy cuenta que el sueldo no lo satisface, no se haga problemas, eso ya lo vamos a arreglar.
Lo que si le pido que mañana mismo vaya a nuestro servicio de salud, allí le harán todos los análisis necesarios, para que nos den el conforme con respecto a su estado, una vez formalizado ese trámite y si es positivo, comenzará a trabajar de inmediato.
Ni bien pisó la calle le pareció estar levitando sobre ella, los acontecimientos se desarrollaban a una velocidad que no estaba ni remotamente acostumbrado, tenía ganas de cantar, reír y llorar todo al mismo tiempo, pero lo único que pudo decir fue…GRACIAS DIOS.
Fue a buscar sus análisis con bastante aprehensión, lo único que faltaba era encontrar algo no deseado y de esa manera ver fracasar todas sus expectativas, su miedo radicaba precisamente en que nunca le habían pedido ni nunca se hizo ningún estudio médico.
Ni bien llegó al laboratorio quiso saber si todo había salido bien, usted tiene una salud envidiable le dijo la señorita que lo atendió, lo único destacable y me imagino que usted lo sabe, radica en su grupo sanguíneo es AB POSITIVO, ¿eso es malo? Quiso saber Julián, según como se mire le dijo su interlocutora, como hay tan pocos con esos valores, si debieran hacerle una transfusión se pondría complicada la cosa… pero no hay motivos para alarmarse.
Demás está decir que para él todo eso era “chino”, llegó a su casa y a la noche era una fiesta, comenzó sus actividades en el nuevo puesto laboral con un cuadro completamente diferente al anterior, para los obreros era DON JULIÁN, los directivos tenían para él un trato por demás cordial, en otras palabras…esto se le presentaba como UN HERMOSO CUENTO DE HADAS.
Una noche se alarmaron por el campanilleo del teléfono, más aún cuando una voz desconocida pedía hablar con el SEÑOR DENARI, soy yo le dijo ¿Qué necesita señora?, perdone el atrevimiento pero estoy desesperada contestó ella, mi marido se encuentra internado , su estado es desesperante y lo único que lo puede salvar es una transfusión y es de un grupo casi inexistente en plaza.
Haciendo averiguaciones me enteré que usted la posee, le pido por lo que más quiera que me ayude, le pagaré “TODO LO QUE USTED PIDA” el dinero no es problema, le dio la dirección de la clínica, el número de habitación, el horario y que debiera ir en ayunas, todo esto entrecortado por las lágrimas.
No lo pensó dos veces, si estaba en sus manos hacer algo por el prójimo lo haría , esto por otro lado era patrimonio de los humildes. Puso el despertador para que suene al amanecer, a las seis se levantó y en ayunas se dirigió hacia la clínica donde le indicaran, para que le extrajeran lo que para el otro…PODRÍA SER SU SALVACIÓN.
Se encontró con un grupo de gente con una particularidad, resaltaba por sobre todas las cosas su alta posición social y económica, pero la sorpresa mayúscula fue ver entre la gente al hijo de su anterior patrón, el mismo que lo despidió sin siquiera pagarle el sueldo, sus primeras palabras lo sorprendieron, hola DON JULIAN mi padre está mal, muchas gracias por venir, le estamos muy agradecidos, PIDA EL DINERO QUE QUIERA…LA SALUD DE MI PADRE ESTÁ PRIMERO.
Se quedó mirándolo atónito, le pareció todo una broma de mal gusto, luego de la extracción le agradecieron efusivamente, acto seguido lo llevaron a la cafetería donde le sirvieron un suculento desayuno, esto lo animó sobremanera, toda la familia estaba encima de él.
Una vez terminado de alimentarse sucedió lo que no esperaba, la señora extrajo de su cartera un sobre grande de color marrón y poniéndolo entre sus manos le dijo: esto es para usted, se lo damos en nombre de mi marido, lo primero que notó fue el peso y al abrirlo vio unos cuantos fajos de dinero, nunca pensó que iría a ver algún día…esa cantidad de billetes.
Jugueteó un rato con ellos, luego con una sonrisa socarrona les comento: no me deben nada, seguramente USTEDES HARÍAN LO MISMO POR MI, lo único que si voy a hacer, todo esto mientras rompía el precinto de uno de los fajos, voy a retirar seiscientos pesos que usted señor “se olvidó” de darme cuando me despidió, trescientos pertenecen al sueldo y el resto a indemnización, quiero decirle que es mucho más lo que me corresponde, por eso voy a pedirle un favor, el resto de lo que me debe dónelo a algún …HOGAR DE NIÑOS CARENCIADOS.
Ahora sepan perdonarme, me voy a retirar pues tengo que ir a trabajar, USTEDES NUNCASABRÁN LO QUE YO LES DEBO A USTEDES y se retiro dejando a todos con la boca abierta.
Apuró el paso puesto que ya se estaba haciendo la hora de comenzar su tarea, en el trayecto escuchó una voz que venía “como de muy lejos” , o quizá era la suya propia, en definitiva eso no interesaba, lo realmente importante era lo que ella decía: BRAVO JULIÁN, TE PASASTE LA VIDA APOSTANDO A LA DIGNIDAD…Y HOY ESTÁS RECIBIENDO LOS DIVIDENDOS.
Se paró en seco, miró para todos lados, por último lo hizo hacia arriba y con la vista hacia allí gritó:
¡VOLVERÍA A PASAR POR LO Mismo MILES DE VECES
¡ SI EL PREMIO VA A SER ESTE !...
Boris Gold (simplemente….un poeta)
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