Retorna la calma en el campamento, ahora todos comentan quienes son los que trataron de llegar hasta ellos; al parecer es un comando de sanguinarios que actúan y obedecen un orden superior, el mismo se rige por un ultimátum que de no acatarse en un mínimo de tiempo se debe proceder, eliminando a todo agente subversivo o al menos a todo aquel que se presuma en contra del sistema. Al llegar la noche José habla con su grupo sobre los próximos pasos a seguir en horas de la madrugada, y es que antes del amanecer intentarán cruzar el limite fronterizo, de acuerdo a la hora acordada con el vigilante de guardia
-Seré claro y directo presten atención solo lo diré una vez.
Se inclina en la tierra y con una rama seca comienza a trazar un mapa, simulando un plano a seguir.
-Yo iré al frente, por este camino que va paralelo al límite de la frontera, detrás de mi viene el segundo guía, luego viene Jesús y Juan, luego Pedro y mas atrás el resto vigilando la retaguardia, debemos movernos con rapidez, porque luego no sirve de nada lamentar, y ahora vamos a descansar dos horas y nos vamos. En ese instante llega el jefe de la organización y se dirige a José:
-Compañero, cuando nos atacaron más temprano recibí una llamada por radio, el guía de un grupo que viene del otro sector se encontró con una masacre en el Refugio 1, nadie quedo vivo, le indique que tomaran la ruta 2 por seguridad, al parecer viene un menor con sus padres y una mujer
-¿Te dieron nombres de esas personas?
-Imposible hablar más, no era oportuno el momento y lo sabes
Pedro intenta leer los pensamientos de Juan, quien se encuentra escuchando la conversación entre la gente que ahora tiene la vida de él y de muchos otros entre sus manos, y ante la sospecha que cruza por su mente no quiere ni pensar que Mónica al igual que él decidió regresar por los caminos verdes, siente angustia y guardar silencio.
Ente tanto el otro grupo se acerca a la zona fronteriza, la neblina es intensa en la intersección, sin embargo Cesar logra ver al nuevo guía que se haría cargo del grupo al pasar la zona fronteriza
-Compañero Carlos, la demora fue algo inevitable
-Cesar ya me informaron, arrasaron el refugio, que bueno que no te encontraste con esos malvivientes, por esa razón decidí esperarlos un poco más, bien no perdamos tiempo hay que continuar, llegaremos en la madrugada a la zona limite
-De acuerdo, te presento a la señora Mónica, Luis, Carmelina y su pequeño hijo, ¿a que hora es el cruce?
-En la madrugada, ya combinaron con el guardia de turno, al parecer en el mismo momento otro grupo del país vecino también cruzará pero al contrario, quizás nos topemos de frente con ellos
-Bien, guardarán silencio total en el momento del cruce, no se detengan por ninguna razón o nos pondrán a todos en peligro al no tener documentos en regla si por casualidad otro guardia se presentará o lo que es peor un superior…
Y la vida continúa