Escribimos en canciones
nuestros sueños de verano.
A cada uno un verso,
a cada cual un canto.
Escribimos los poemas
en invierno, congelando
cada estrofa y cada rima
en el momento del llanto.
Y escribimos los recuerdos
de un amor y su pasado
que no arrancamos del pecho
por el miedo a desangrarnos.
Escribimos en el mar
las sonrisas que otro año
retornarán con las olas
al mirarlo, recordando.
Escribimos en la Luna
mil preguntas, buscando
respuesta que sólo llega
a quien pregunta soñando.