Vedme como un tablero de juego,
un espacio donde poder desplegar tus dotes.
Vedme como un simple mortal en tus manos,
en ese mundo dónde yo soy tu exclava y tu eres mi amo.
Vedme cómo aquella piedra preciosa que debes pulir para sacar su belleza,
admirame de la misma forma en la que los súbditos admiran a su rey.
Vedme y toma mi cuerpo para hacer de él lo que no se ha inventado aún,
para descargar en él toda aquella pasión que guardas bajo esa piel,
bajo la imagen de hombre fuerte, bajo esa mascara de persona fiel.
Vedme y usa mi cuerpo para satisfacer tus deseos,
tomame y usame como tu quieras,
pero hazlo, permiteme poderte sentirte dentro de nuevo
déjame poder volver a encerrarte en mi deseo.
Vuelve a regalarme tu respiración agitada,
ese olor a deseo emanando por nuestros cuerpo,
esas ganas intensificandoce en cada beso,
en cada rose, en cada penetración.
Regalame el sabor de tu piel mojada en mis labios,
esa sensación de escalofríos cada vez que rosan tu parte sensible.
Dejame y dejate volver a llenar el paraíso de mi boca
para poder sentir ese mar ardiente correr por mi cuello.
Permiteme volver a oírte gemir,
volver a sentir el ardor de tu mirada quemándome la piel.
De nuevo sentir como te acomodas entre mis piernas,
y cómo sin previo aviso pasas de ellas y entras en mí.
Vedme y déjame otra vez volver a escuchar que tienes ganas,
volver a oír que me deseas.
Acercate y miénteme que no me importa,
pero dejame sentirte otra vez, dejame terminar contigo dentro de nuevo.
Ven y toca mi piel caliente, intenta apagar el fuego que arde en mi deseo,
intenta ser agua para calmar la sed a la que sometes a mi intimidad,
tomame y utiliza mi cuerpo de la manera en la que tu quieras,
pero dejame estar contigo y yo dejare que juegues conmigo.