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Cada vez que sumo las letras de ese adiós,
se me llena la cabeza de un fracaso total,
cuando fue tu amor tan natural,
y el triste engaño,
llegó aquí con fríos,
de esa desventura tan real,
casi inerte el frío,
tan inmóvil como el mundo sin girar,
y queda mi tiempo sin descanso,
desde que el ocaso,
enfrío al paisaje,
dando eje a mis ojos oscuridad,
y oculto la desolación,
casi triste el engaño,
y me hace más daño,
que yo no logro lo que extraño,
tu corazón lleno de tiempo y ocios,
y en tí, se entrecorta mi voz,
desde que humedece de frío,
y enmudece mi garganta,
para no nombrar tu nombre,
y es triste el engaño,
cuando hace más daño,
un tiempo sin tí,
desde que el universo,
pintó un dibujo de tu corazón,
cada vez que te quiero,
sólo yo siento,
lo que es del corazón abierto,
un llanto por el triste engaño,
que es tan inevitable,
que se llena de más sufrimiento,
desde que no estás aquí,
yo auguro,
lo que es del viento,
un aire devastador,
por tu fragancia intacta,
es lo que inauguró ese frío en el alma,
que perduró en el ocaso tan frío,
y sin color,
por ese triste engaño...
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