Tengo en mi pecho una sensación sublime
y en mis manos un sonido se derrama
con aroma de tristeza y embeleso
que me cautiva y en su furor me exalta.
Una asonancia que me despierta el alma
al soñar con el suspiro de una pena.
Que se arrastra por la luz de una esperanza
y al despertar...a la tristeza ensueña.
Es un vuelo de hojas que deslizan
con el ritmo de un dolor sereno y santo,
toda la ansiedad que a mi alma hechiza
con un candor de embrujos y de encantos.
Es como un sentir de erótica y poema
que se deslizan suavemente por las ansias.
Y se juntan como pájaros que brillan
en un vuelo de amores sin mañanas.
Pienso....siento profundo en la cadencia
que del compás fluyente me extasía.
Y un bandoneón que suena con la esencia
de un baile y un cantar que me ilumina.
Es el tango que flota por la vida
con el cantar de un alma en su quebranto.
Y derrota al dolor en su desdicha
con sonidos de amor que borra el llanto.
LEONARDO HENRRICY SANTIAGO