Jesús, divino amor, eres beatitud,
la paloma del cielo mismo te transfigura...
al ciego, no le dejas en la mañana oscura,
inverosímil Lázaro vivió de su ataúd;
Jesucristo piadoso, no es tu ley el Talmud,
es el amor benigno que tu enseñanza jura
al cumplir tus preceptos, el gozo nos augura:
la paz, la luz de vida eterna y juventud...
Jesús, no hay conjetura creíble que aún pueda
contradecir parábolas ni apocar tus preceptos.
Jesús es tu palabra viva de miel y seda,
bendices con amor a gentiles y adeptos,
Jesús solo el amor, es tu naturaleza.
¡Oh, señor, siendo rey, viviste la pobreza!...
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Todos los poemas forman parte del libro Nikita próxima a escribir en 2 años
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Abrahám Emilio (Antorcha)