Dos loras en un maizal
comían como contratadas
mientras unos loros rezaban
orando desde un misal.
Las maravillas giraban
sus espejos color amarillo
retratando a dos loros pillos
que de sus semillas se alimentaban.
Y las loritas sabemos
que loros tan farsantes,
mientras nosotras cargantes
diversión les proponemos.
Saca tus plumas del pecho
una a la otra replicaba,
aunque estemos moradas
los loros se irán derecho.
Al ver pechos sin plumas
quedarán admirados
mirando loras desnudas
serán loros cautivados.