Monroy Gemio Pedro

LA VIDA Y LA MUERTE

 

Los días en que mis niñas nacieron,
esos días estaban señalados.
Estaba la mar en calma, la luna estaba crecida,
niñas que en tal signo nacen, han de ser bendecidas.
Pero la vida respondió con una fuerte traición,
se llevo una vida y destrozo la mía,
Soy hijo de una cristiana
y siendo niño mi madre me lo decía,
que la vida, nos quita siempre lo que amamos,
tanto, le pregunte, que la verdad me desgarro.
Yo te agradezco, Madre que me guies
por mis lagrimas negras
y no permitas que se conviertan en sangre.
¿Qué mal es aquél? ¡Tan grande para una hija perder!
pero la existencia nos labra la muerte,
y el día que murió, mi hija que tanto ame,
la muerte habló, bien oiréis lo que decía.
Se que tú quisieras, irte con ella,
pero así el sufrimiento no lo tendrías,
padece aquí en la tierra, yo te recogere algún día.
Pero muerto en vida estoy;
esperando a que me llegue el día,
que me quiera el llevar con la hija mía.
P.M Pedro Monroy Gemio