Es la sombra errante
que camina por todos los lugares
en que caminamos los dos.
Es una gota de agua salada
en un río de aguas dulces
-dulces, como fuiste vos
alguna vez-.
Es la muerte en vida.
La muerte mágica,
literaria, romántica
causa de la plenitud
que alcanzamos los dos.
Es la pudredumbre
de mis labios que te besaron
y de todo lugar donde nos abrazamos
solos, eternos, los dos.