Te quiero amor mío esta noche con tú pecho desnudo...
Con tu piel dispuesta a consolar mi soledad,
ansío recostar mi rostro en el y escuchar la melodía
fascinante que tienes en tú corazón.
Deseo tus labios caprichosos y sin recato.
Tus manos dispuestas para acariciar
delicadamente cada rincón de mi silencio.
Quiero tú mirada fija en mis imperfecciones
porque ante la luz tenue suelen ser mas fascinantes.
Me apetece despojarte de todo pudor y
entrelazar nuestras almas en la mas sublime pasión.
Te quiero sin pudores...
Te deseo extasiado en el umbral de mi piel.
María Pureza García