En una plateada noche
de caricia
enardecida...
oh dichosa ventura
salí sin ser notado,
rechazado de pudores
y de dardo enamorado...
se me adorna de quimera
por la gracia de su labio,
muy despacio
se deslaza...
entre flores olorosas,
entre álamos cantores
desnudados
por sus besos,
y en arroyo coronado
de miserias
desvestidas...
se me vence
de caricia,
entre pálidos clamores
lacerados...
por su llanto.