Una suave llovizna caìa ,
la tierra sonreìa ,
y mi corazòn se llenò de alegrìa .
Y asì sentì todo el ambiente ,
que absorvìa la vida ,
que del cielo bajaba .
Y mi deseo fuè ,
que tambièn mi pueblo ,
apreciara esta rara y escasa lluvia ,
que despertaba ,
un reacomodo de energìas .
Que yo sentìa ,
màs bien espirituales ,
que alimentaban ,
la superficie externa de la vida .
Exclamè un agradecimiento ,
a los elementos ,
que hacìan que mi espìritu ,
se alimentara de esperanzas ,
de un entendimiento humano .
Donde la comprensiòn ,
y el respeto reinara .