Coincidimos
Tus ojos verdes volaban
Como hoja que se desprende de su árbol.
Mis labios eran la tierra que esperaba su caída apresurada.
Tu aroma entraba con misterio
Y con un afán de acoger,
En los ductos consabidos de mi tristeza
Y mira que la felicidad se veía llegar.
Tus palabras eran dulces
Y en mi boca se dictaban las maneras
Más tranquilas y gustosas
De acercarme lo suficiente
Como para darte a probar
la revolución que provocabas en mi alma.
Los tonos de tu piel,
Eran las cuatro estaciones
En su forma palpable y adictiva
Las ojeras de tus ojos,
La preciosa obscenidad de la noche
El tono tan aliciente de tu cabello,
La marea siempre en deseo.
Y mira que yo disfrutaba esa coincidencia
De caminos
De palabras
De preguntas, pero no respuestas.
De tu mirada siempre reluciente
De mi sombra anclada
A cada uno de tus soles.
Parecía planeado
Como si la noche anterior
Me hubieses pensado.
-JG