Lincol

CONVERSANDO CON EL AMOR

CONVERSANDO CON EL AMOR

 

Hola.
¡Qué guapa estás!
¡Cada día más hermosa!
— Gracias, siempre tan lindo tú
¿Cómo estás?
— Bien.
Los ojos de ella se envolvían
en una mirada, suave y cariñosa,
y aunque no se sentía a gusto con el amor,
se sentía acompañado de esa fría soledad,
y siempre dejaba entrever en sus pláticas
el amor genuino que anhelaba tener.

 

Aunque ella no lo sabía
–al otro lado del teléfono–
alguien los dedos tiene puestos en el teclado
para saludarla todos los días
porque en sus mensajes solo había ella
y en sus letras mil caricias se iban con ella,
poniendo su alma en cada frase
porque sus pensamientos ya eran ella.

 

Si tan solo podríamos ver más allá del teléfono
con los mismos ojos que se mira
a ese amor no correspondido,
tal vez encontremos lo que buscamos
o quizás estamos hablando con el amor,
o tal vez quién sabe.


Autor. LMML