Hace mucho tiempo el cielo abrió sus puertas y de él se escaparon miles de estrellas.
Cada una de ellas tenía un brillo propio y belleza sin igual.
Con el tiempo cada estrella se volvió fuerte, resistente y muy independiente.
Eran adoradas, queridas y protegidas por todos los demás astros en su extenso viaje.
Su belleza era colosal, no había nada que las pudiera igualar.
Cuando llegaron a la tierra fueron llamadas \'Mujer\'
y se le encargó al hombre que solo las debían proteger y amar.