La clave del éxito no consiste en no fallar nunca,
ni en vencer siempre
sino en no rendirse nunca
y ser perseverante hasta el final.
No te rindas
aunque llueva todos los días de tu vida,
aunque se te cierren las puertas,
aunque tropieces con mil piedras en el camino
y te caigas una y mil veces
levantate y comienza a caminar de nuevo,
convierte tu vida en un sueño
y tus sueños en realidad.
El perdedor es la persona
que se retira al primer fracaso
y el ganador el luchador que nunca se rinde.
Aunque tu salud te falle
y encuentres dificultades para curarte,
cuidate y lucha hasta que desaparezca el mal.
Aunque pierdas tu empleo,
ponte a buscar trabajo
y ve llamando una y mil puertas
hasta que una se abra.
Aunque te amenace la ruina económica
pide dinero como ayuda
y adminístralo para quitarte todas las deudas.
Aunque te falle el amor
siempre tendrás otra oportunidad
y lucha una y mil veces por conquistarle
aunque te diga que no cientos de veces.
No te rindas nunca
aunque llores desconsolado por las dificultades.