Cierta claridad crepuscular
es atraída por un efecto lunar
dibujándose tenuemente
la constelación de Orión,
que ha sido plasmada
mágicamente en tu pecho
como en cual cielo infinito
en el que pierdo
y abandono todo…
caigo inevitablemente
en un suspiro casi mortal
y sin tiempo, para retroceder,
pudiendo así,
abandonarlo todo y en ti
lentamente con la Luna
mirando la bóveda celeste
idiotizada por la constelación,
que, aunque desapareciera la noche,
siempre en tu pecho se iluminará.