La tarde en que el cielo
quiso ser lumbre,
bajó apacible e invidente
sobre el aura de los distraídos,
sobre sus alas
diabólicas y angelicales
mimetizadas con el pavimento.
.
El exceso de azul,
acumulado en las talegas
de las décadas, dejó semillas
en el silencio de las esquinas
por donde han de transitar
infinitos latidos
acompasados, sincronizados.
.
El viento rasgó
los remanentes de dolor;
desapareció el mundo
y quedaron dos universos
que convergieron en renglones
de poesía latente.
.
Llovió desde el suelo
hacia las nubes,
el alfabeto conoció
el más hermoso caos,
nació una realidad
y un mito,
una historia escrita
sobre estelas serpentinas
dibujadas por el vuelo
de un dragón.
.
•Rosario Vercelli Scharff•