Todo estaba frío en esta casa
yo nunca imagine recorrer la soledad
tan de repente
pero el destino fue así
y separo como de un golpe
los besos que alguna vez
estaban encadenados
y hoy solo son, recuerdos y pasado.
Te fuiste de casa
pero no de mi mente
dominada por la nostalgia
de alcanzarte lentamente
surcando mi pecho
a la hora de amarnos.
Los ojos, los tuyos
nunca dijeron mentiras
sentían el fondo de mi alma
ya gastada por el tacto.
Fue así
que hice del error
algo rotundo
y las alas que nos vestían
quedaron olvidadas
y el vuelo jamás
volvió a ser el mismo.