Salen tres cometas de tu boca,
un sueño que no se concibe,
la luz para mi crepúsculo.
Dichoso soy porque te pronuncias a mi,
porque fue puesto tu cariño en mi alma.
Oh, mi suavidad, ennoblece mis ojos hasta el fin,
delátate en el azul de tus palabras,
calza para mi infante corazón.