Vamos estrujando el amor
de nuestros cuerpos, rosándonos
del diluido que brota de ellos
emergiéndonos del uno al otro
del almíbar de nuestros besos.
Vamos incitando sensualidad
de nuestras bocas, mojándonos
en el oasis de nuestros labios
que trae la exaltación que emana
cuando entro a tu rosaleda prohibida.
Vamos exprimir nuestros deseos
desnudando cada espacio, con la
avidez de nuestras manos, será el acto
de amor más grande del mundo,
que existirá, solos tu y yo, amándonos.
“Vamos a urgir nuestros corazones,
Que nuestros cuerpos broten,
La pasión de este amor por los poros”