Me asomo al puerto, y me abarca como una sonrisa.
Quiero dejar silencios en lo pródigo de las naves fondeadas,
mientras el río titila.
Te asombras de que nadie venga a salvarte.
Y que los gatos cercanos señalen el largo camino a Éfeso.
Sin embargo los amantes cavilan bajo la luna.
Tal vez un gran perdón, y ninguna, ninguna palabra.
GuillermoO
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