A veces, al estar entre este silencio
Me hundo en ese recuerdo del ayer
Cuando yo disfrutaba aquel placer
Del calor de tu cuerpo y de tus besos;
Será que aquel amor aún sigue preso
Que jamás de mi lado algo se fue,
Que contigo por siempre me quedé
Del calor de tu piel tan obseso;
Sin embargo tu esencia la perdí,
Me quedé con la sed de lo vivido
Fue culpable el anhelo que sentí,
Fue culpable ese cruel y duro sino:
Mal verdugo el destino que viví:
Entregarme un Edén que ya he perdido…