Llegó con su primera sonrisa,
fue todo tan de prisa.
Me miraba en cada atardecer;
pensé que me llegaría a querer.
Dejé que las cosas sigan su rumbo,
para luego decirle a la vida:
\"mira cómo me derrumbo\".
Entonces, ocurrió el primer beso,
no sabía que sería el más perverso.
El primer contacto con sus labios;
el más hermoso dicen los sabios.
Su corazón latía tan fuerte,
fui tan tonta pensando que estaba en su mente.
Vio mi corazón tan frágil
y para engañarme fue tan ágil.
Me alejé sin previo aviso,
me fui de su vida sin pedir permiso.
Buscaba dejar de hacerme daño,
quería que para mí fuera un extraño.
A mi vista mujeres a su alrededor
y eso para él era un honor.
Se sentía tan grande;
pero no era más que un cobarde.
De repente, él volvió a soñar
y eso ya era de extrañar.
Otra mujer en su vida,
aquella que yo veía perdida.
Y a ella sí la quiere,
a ella no la hiere.