La barca anclada
abrazaba
a la mar.
La mar calmada,
salada,
la amaba.
.
Más… Allá atada
la barca clamaba
.
¡Falsa paz!
¡Paz vana!
a la barca daba
la mar calma.
.
A la mar brava
amaba.
.
A la barca anclada,
cansada,
tan callada
ya nada la agradaba.
.
La barca maltratada
a la amarga calma
¡callaba!
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Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela