Eva y Adán se quisieron, tanto tanto,
Tan solos sin ninguna, competencia,
Recobremos nosotros, tal herencia,
Bajo de un cielo, con azul encanto.
Sin nadie que, moleste, sin espanto,
Con nuestro amor compacto, con prudencia,
Ni agua ni viento pronto, lo sentencia,
Es un sueño de niños, y sin llanto.
De Adán y Eva, cambiemos esa historia,
Sin buscar paraísos, diferentes,
Con lo nuestro tenemos, tanta gloria.
La atmósfera nos cubre, tan consientes,
Habré en nuestro sendero, gran euforia,
Solo manzanas buenas, sorprendentes.