Nosotros nunca morimos,
nuestra vida transcurre día tras día,
minuto tras minuto, segundo y segundo
y como el polvo que acaba de caer en la brújula del tiempo
caerá nuestra vida en nuestro último aliento.
Aunque nos convirtamos en polvo enterrado bajo tierra
nuestra alma seguirá viva.
Aunque nadie sabe ¿Qué camino emprenderá?
¡Misterio!
¿Acompañaremos a Dios y a los seres queridos fallecidos?
¿Nos reencarnaremos en otras personas?
Nuestra vida acaba, pero nacemos una nueva vida
que es posible que sea mejor que esta
donde podamos ser más felices
y nos veamos libres de los palos y sufrimientos
que nos ocasiona este mundo.
Y ahora me pregunto
¿Adónde irá mi alma cuando muera?