Me gusta cuando en el laberinto de tus
cálidos abrazos me pierdo. Cuando de mi débil ser
el vaso, colmas con refinado cariño. ¡Ay cuánto
sueño, que hoy, agarrándome, duermas a mi lado!
¡Me gustas! Me enamora cuando en tu
regazo, fervorosas siento las colinas de tu
vida y la mía. Me fascina cuando la sombra
de tu mirada, me atrae a su órbita cristalina.
¡Me gusta cuando con tus labios perforas mi
alma pulposa! Cuando me envuelves en tus
mejillas rosas; cuando me tocas, cosquillas siento
en mi poesía rendida, llena de melancólicos
pensamientos...
Me gusta cuando prominente me haces sentir,
como alzado monumento francés. Me gusta cuando
en la escasez, de exuberantes versos me saturas. ¡Versos!
Llenos de tus distantes y prohibidos besos, roces...
No obstante...
Pecaminosa es la pasión que me atrae a tus pies, y
opulenta es sobre la mies de tu prado, la febril cizaña.
Mas, como Pandora entreabierta anhelo dejar la caja,
¡aunque mortaja sea a mi espíritu! ¡Mancha obscena
sobre mí!
Natanael Berríos ®©