Quisiera amarte
hasta el final del tiempo,
saciar la furia
que hierve en mi interior,
cubrirte el alma
con el ardiente beso
que brota del eterno
crisol de mi pasión.
Romper mis labios
contra tu piel de nacar,
saciar mi lengua
en un beso sin fín,
perder la vida
prendido de tu vida,
beber tu aliento
hasta desfallecer.
Rendir mi fuego
al vértigo salvaje
que entre tus simas
me lleva a perecer,
fundirme todo
en un caudal de lava
que ardiendo en tus entrañas
se vierta por tu piel.