Hay ruiseñores que cantan
en la noche más cerrada;
que tengo en el corazón suspiros
y suspiros en la baranda.
Hay ruiseñores que cantan
en la más pronta mañana;
que tengo una terca rabia
que entre mis sábanas anda.
¡Hay ruiseñores que cantan
en la noche, en la mañana!;
que tengo una mala araña
que teje la mía saña.
Hoy los ruiseñores cantan,
me cantan a mí el alba;
hoy los ruiseñores cantan
y anidan en mi cama.
Que hay ruiseñores que cantan
en la noche más cerrada;
que tengo el alma cercada
por la cantarina parda.