Te imagino tan linda, joven rubia,
con castañas miradas, del ayer,
bastantes te admiraron, de mañana,
y demasiados, al atardecer.
Lucía tu belleza, bajo lluvia,
o bajo rayos, en ardiente sol,
o en rayos de la luna plateada,
o tu silueta, tras la oscuridad
relucen tus retoños por el mundo,
con la belleza, que luciste tú,
después de tantos años, te reflejas,
aún surgen tus huellas, desde allá.
Quisiera a tì, haberte conocido,
se que exististe, de forma puntual,
adornaste la gran naturaleza,
con tu porte de niña tan sensual.
No me despido, ya de tu presencia,
estoy seguro, de que te veré,
como hoy que contemplo, tu descendencia,
fuiste grandiosa, y yo te admiraré.