SIEMPRE DESPEINADA
A la buena, grande escuela me mandaban
con guardapolvo blanco, bien almidonada
siempre por mi madre muy bien peinada
buenas notas en clases siempre sacaba.
Al sonido de timbre del recreo rápido salía
a jugar a la mancha, al elástico quería
con otras compañeras mucho me divertía
así era como regresaba muy despeinada.
El día de la foto individual y grupal llegó
mi madre me peinó, una vincha me colocó
ansiosa esperaba la fotografía inesperada
al verla, se desilusionó estaba despeinada.
Mis ojitos picarescos de alegría radiaban
entendieron que más allá de buena alumna
a la vida mucho la amaba, la disfrutaba
aunque regresaba siempre despeinada.
Miriam Inés Bocchio