¿Cómo...? ¿Es que no te conté...?
Mientras mi espíritu sin luz yacía
sintiendo el alma desnuda y vacía,
fantaseando en ti el tiempo pasé.
¿Cómo...? ¿Es que no te conté...?
Todos esos días en ti pensando
para que mi hálito no se fuese agotando,
con gran cariño y detalle te recordé.
¿Cómo...? ¿Es que no te conté...?
Mirando el cielo tan lleno de estrellas
fulgurantes, radiantes y bellas,
soñando en ti tu recuerdo alimenté.
¿Cómo...? ¿Es que no te conté?
Las notas de mi guitarra armoniosa,
y su voz tenue, cálida y melodiosa
con las que tu nombre yo canté.
¿Cómo...? ¿Es que no te conté?
En el silencio de la noche mía
con el alma tibia y llena de alegría
en mi pensamiento tu beso disfruté.
¿Cómo...? ¿Es que no te conté?
Ya no sufro, ya no gimo, ya no lloro;
a Dios con el alma en mano imploro
que te sirva de algo lo mucho que te amé.
María Teresa Ruíz Rentería © Todos los derechos reservados.