Llega la noche para envolverme en su crepúsculo indolente
y entonces recuerdo que tus preciosos ojos negros son magia,
que su dulce destello libera mi tristeza y soledad.
Transcurren silenciosas las sombras,se acerca sigilosa
la aurora y tus manos acarician suavemente el umbral
oculto de mis deseos...me refugio en tus brazos
respirando cada gota de tu aliento,cada vestigio de tus sollozos.
Cierro mis ojos y te contemplo en mis sueños, tu rostro
tan perfecto, tus cejas enmarcando bellamente
tu cara de hombre, esa silueta viril ante la cual
sucumben todas mis ansias .
Envuelta en la noche...
Abrigada en tu encanto...
María García