Yo, a la mujer no la quiero;
¿Quien va a querer a la que llena
Sus ojos de lágrimas cuando ama?
¿Quien se anima a buscar las manos
Suaves, tibias, nocturnas llenas
De pepitas, brillantes de oro?
No, no debes querer a la que tiene
Los labios pronunciando tu nombre
En la noches de fiebre y pesadilla.
¿Acaso piensas en ella cuando
Recuerdas su miraba brillante;
Su voz de susurros, que acaricia
Tu cuerpo lleno de olvido?
No podemos querer a la dueña
De la rosa con perfume de amanecer
Cuado te ofrece en tus olvidos,
En tus rabietas, en tu mirada esquiva.
No puedes querer a la que no olvida
Tus poemas, tus promesas incumplidas.
Ella no olvida tus gritos de angustias.
No olvida tu mirada negra, vacía.
A ella le vas a querer?
Yo. No quiero a la mujer; LA ADORO!!!