Te he liberado de mi,
me he liberado de ti,
en el momento que deje ser
para serlo y sin llantos
Ser soldado del amor
donde morir por dentro
ya no me hace falta
y el recuerdo
dejo de ser el infierno,
de tu vulgar limosna ciega
e intolerable presencia
Fue un instante
frente a la amenaza.
la violencia del abandono
Las exigencias,
el desprecio y la incertidumbre
de la muerte
en que en silencio una a una
sano las cicatrices hasta el fin
y en aquellas menos importantes
donde descubro
la otra cara del mundo, sin ti.
Renunciando a lo que estaba mal
defendiendo lo que es justo
Siendo el principio,
el presente y el futuro
que me sostiene y no me averguenzan
en todos los sentidos
Asumo el riesgo, la idea de hacer
ante lo horroroso y la agonía,
de ser feliz. sin ti
Anudando uno a uno
imágenes, fantasías y palabras.
Apasionadamente, sin ausencias,
rompiendo las cadenas con conciencia
Recobrando la existencia
recordándome que algunas cosas
resultan de a dos
y otras solo son para vivir, sin ti
en que el destino y el amor lo quiso así.
Mané Castro Videla