OBRA MAESTRA
(soneto)
No soy ningún orate ni perverso
si afirmo que no hay vista más hermosa
de ti, mujer, que la flamante rosa
que aroma tu jardín, tu pubis terso.
Contemplo el panorama, quedo inmerso
en toda su abertura esplendorosa;
al natural, es obra portentosa,
¡sin parangón en todo el universo!
Alabo al fino Plasmador maestro,
quien puso ahí, de perfección aureola,
por cáliz, los externos, regio par,
y, culmen de la estética vulvar,
los dos menores labios por corola
—pequeños, ¡pero grandes en el estro!
FZ