Tarde lluviosa,
de una noche que espera
un insomnio gris,
de campanas que cantan verde
y aveces cantan negros latidos
de un corazón que se las ha arreglado,
para caminar aún en medio de tortuosos
caminos;
en esta espesa neblina
yo dibujo un plano,
de una estructura que se levanta
poco a poco,
en medio de una lluvia
que duele y limpía.