Rómpeme como papel picado
De esa futura piñata que nos estallará
En la cara al despertarnos
Y ver que aún somos ni(ñ/mi)os.
Ín(f/t)imos y+no+centes,
Cargamos nuestras cruces su/ MIE(n)DO/ nos, ¿sí?
¿Pero quién no es papel carbónico
De sus actos y (o)misiones? ¿Quién no (a)paga la luz
De sus eternos esperadores en velas?
Perros azuzados, tantas noches transidas en el c(i)elo
Vulgar y contundente de seguir
Vi-¿vos?
Divorcios donde tú el espacio que yo el tiempo.
Ya veremos cuántas plumas de Maat
Equivalen a las vastedades inertes
O bien pagan un continuo que no se extienda.
Ya cicatrizarás y serás otra
Dulce marejada, precipita(da-ac)ción, nieve caliente.
¡Peró que, reglas roto eh¿
Como el eterno cristal que ama su pedrada,
Todos somos depredadores del hollín del Otro,
Burdos esquizoides, (no $<>a -ben)
¡¿Quién ha hablado?! ¡No he sido yo! ¿Quién...?
Me hundo, avión mal direccionado contra tu costado,
Ese gemelo. ¿Qué se acalambra a mitad del baile?
Cuando el pan recién horneado es el hambre de un niño pobre,
Y el que vende las balas planta las semillas de viudeces
U horfandades.
¿Me has dejado huérfano de ambos ojos,
Por amarte más que a mi madre y matarte peor que a mi padre?
¿He de (cr/l)eerte
A través de callejones mojados, tropezando con tus cementerios
De ca-v(ac)ilaciones sublim(inal)es,
Anegado en la más blanca lobregura?
¡Ah, pero Psyche pudo! Aunque nadie lo quiera contar,
Ella...
Un liguero de lamentos, una pro+fusión de flotar arrastrados
Por todo el cosmos,
Y, da...
Y (re)vueltos en la piñata.