Maga11

Cartucho

Las cascaras de pan se quedaron esperando inertes,

húmedas por la tierra que las abraza,

las que un dia con hocico por alfiler escondiste,

esperanzadamente, con un aura de brillo y mañana.

 

Ni que hablar! mis zapatos masoquistas te extrañan;

y aún no me acostumbro a tu ausencia,

a la mala suerte de no ver tus pupilas cada día,

otro día, otra mañana.

No, no me acostumbro a que la ausencia duela tanto,

que la nostalgia sea portada y resumen,

a que la melancolia consuma tus pasos,

que los rincones ya no guarden tus secretos,

que tus mordidas no sean titular.