Eh roto el puñal
bajo una tarde lluviosa de invierno
y las migajas insolentes de su filo
quedaron en el barro
de esta alma retirada.
Oh pecado absurdo
q estuviste en mi alma algun dia
te vas,deshojandote tragicamente
entre sombras de una corona de laurel.
Oh vago corazon agrietado
q se disperso como holocausto
por una copa derramada
desde aquel rincon
donde mi verano difunto
se pierde,en los dominios de la noche