La mente de los poetas
es tan libre como vientos,
y vuelan sus pensamientos
como amorosas saetas.
No se ciñen a prejuicios
ni tampoco a viejos dogmas,
llevan sus letras aromas
de libertad y de amor,
y sus versos son fulgor
de mil luces policromas.
Cuando dan el corazón
lo dan todo por entero,
para ellos es lo primero
amar con toda pasión.
No entienden de posiciones
o condiciones sociales,
van sus rimas celestiales
como palomas volando;
porque cuando están amando
son libres como quetzales.
A muchos han criticado
de impuros o de malsanos,
no saben que son humanos
con espíritu elevado
mas allá de reglamentos;
que sus metas principales
es enterrar esos males
por hipócritas causados,
con fundamentos anclados
en pasados medievales.
Si yo adoro una casada
porque me han de criticar,
si ellos van a venerar
una virgen desposada
que su Dios inmaculado
la convirtió en su mujer,
y que la hizo padecer
con el calvario de su hijo,
eso se ve muy prolijo
para que me hagan arder.
Y la falsa sociedad
que se las da de impoluta,
resulta ser prostituta
cubierta de suciedad.
Por eso yo seguiré
adorando a quien yo quiera,
sea casada o soltera
yo le daré mi calor,
haré brillar el amor
como una hermosa lumbrera!!
Autor: Aníbal Rodríguez