Eres tú, luna y sol,
el tiempo que corre en pausa
a través de las lívidas manos de tu ausencia
Suspiros de anhelos furtivos
que germinan con la luz de tu existencia
Eres tú, frío y calor,
el viento que calma y altera
el cabello acobrado del roble con su presencia
Canto de petirrojo que el bosque
oscuro y frondoso recibe con complacencia
Eres tú, sombra y luz,
el momento de claridad entrante y rojiza
que parece quemar el manto de la impotencia
Delirio nocturno que me acompaña y protege con su esencia.
Eres tú, guerra y paz, eres tú, muerte y vida.