Bella, sensual, seductora.
Simple, ruda, tosca, luchadora.
Pequeña y frágil,
Delgada y grácil.
Enorme, sonriente, diligente,
desaliñada, descuidada…
y complaciente.
No importa como seas mujer,
eso no importa.
¡Cómo me hiciste sufrir!
Por ti las puertas del infierno toqué.
¡Pero qué dicha me hiciste sentir!
y por ti las puertas del cielo rocé.
En mi juventud fuiste pasión,
fuiste deseo, fuiste desenfreno
y como potro desbocado,
por ti me lancé al abismo.
Algunas veces salí lastimado
¡Oh, pero cuántas otras fui recompensado!
Hoy en mis años no tan joven,
eres dulzura, eres armonía y huracán
y con bellas palabras me alimentas
y es en tu poesía…
en donde encontré la mía.
Felicidades por siempre, mujer.
Alma Erótica
José Luis Agurto Zepeda
Nicaragua, 8 de marzo 2016.