Rosa de cristal

Amarse con libertad

Amarse con libertad

Si pudiera expresar en unas cuantas letras
lo que llevo dentro,
sería muy fácil explicar que este sentimiento
que me embarga el corazón no es otra cosa,
mas que el profundo amor que nacio en mi
desde el momento en que te conocí.

Llegaste volando a mi jardín
y te posaste en mis pétalos de rosa,
como un dulce y tierno colibrí
que libando mi esencia,
deleitaste mis oídos con tu dulce trino
y me llevaste a volar contigo hasta tu nido.

Así se comenzó a escribir la historia
de este romance bello,
en donde los protagonistas eramos dos locos
que jugabamos a soñar,
no nos importaba la distancia ni vivir a destiempo
porque para el amor no existen horarios, ni espacios, ni edad.

Y en las fantasías de amor que juntos compartimos
viajamos incansablemente por lugares extremos,
para dar rienda suelta a nuestras ansias de amar
unas veces en la arena de una playa lejana,
otras tantas en un barco donde eras mi capitán
y otras mas sobre alfombras de nubes sobrevolando al mar.

Ahora que inevitablemente ha transcurrido el tiempo
cada vez que me acuerdo de nuestras aventuras,
una tímida sonrisa se dibuja en mi cara
y me digo en silencio,
si se pudiera otra vez lo volvería a hacer
porque no me arrepiento de haberte amado así,
con este amor extraño, loco y desenfrenado
y es que tu me enseñaste que para ser feliz
no necesariamente tienes que encadenar,
el amor mas bonito, el que no hace sufrir
es aquel que se vive sin candados ni ataduras,
con las alas abiertas volando en libertad.

Mi dulce Capitán:
Yo siempre me pregunto, ¿Acaso allá en tu orilla donde anclaste tu barco alguna vez recuerdas lo que un tiempo viviste?

ARAN